¿Has escuchado hablar sobre los sentimientos sexuales? En realidad son parte de la vida cotidiana. Potenciar el deseo sexual requiere: deseo, atracción y amor. Es claro que cada uno argumenta un significado, sin embargo, en cuestiones de sexo van aunados.
También llamado el motor de la sexualidad. Si lo definimos de manera coloquial, se trata de las ganas de estar con otra persona a nivel sexual.
Sin embargo, el error que muchos cometemos es igualar el deseo sexual con la excitación. Esta última es una reacción fisiológica, esto significa que sabemos que estamos excitados cuando se produce una erección o lubricamos.
Por su parte, el deseo es simplemente la fuerza que nos ayuda a buscar el placer. De ahí que muchas veces pueda haber deseo pero, cuando llega el momento, hay un bloqueo en la excitación sexual.
En algunos casos son los pensamientos los que no nos dejan fluir durante el acto. Tales como:
Por fortuna, aumentar el deseo sexual es posible, independientemente si eres hombre o mujer. Tener relaciones sexuales está en nuestro instinto pero muchas veces hay que trabajar hasta superar el problema. Pon atención en los siguientes trucos:
Alejarse de la pareja inicia con un simple descanso. Ambos buscan tomarse un tiempo pero no dicen nada, solo se apartan.
Esto provoca que el contacto físico desaparezca, ¿hace cuánto tiempo no se toman de la mano? Las caricias, abrazos y besos quedaron en el olvido. Mientras no las recuperen el acto sexual seguirá esperando.
En realidad tener una noche satisfactoria en la intimidad no es tan complicado. No siempre se trata de utilizar juegos eróticos o poner en práctica fetiches en los que no encajas. La clave está en pedir lo que deseas. Por supuesto, también los deseos de tu pareja.
¿Cuándo fue la última vez que rompieron la rutina? Estamos tan acostumbrados a la vida acelerada, cumpliendo reglas y horarios que hemos vuelto la vida sexual aburrida.
De hecho, si nos pidieran tener un encuentro con los ojos cerrados, no fallaríamos. Es válido cambiar los espacios y provocar curiosidad en cada encuentro.
En este punto se toman en cuenta aspectos como los valores y tradiciones con el fin de no herir susceptibilidades; es decir, no se trata de utilizar un lenguaje grosero para estimular la libido. Hay que conocerse como pareja y ver hasta dónde se puede llegar.
No cualquiera tiene la valentía de quererse y aceptarse. De nada te sirven los pasos anteriores si no tienes amor propio. Una persona segura siempre será deseada y no tendrá pudor a la hora de intimar.
Es tiempo de conocerte literalmente de pies a cabeza. Echar un vistazo a tus emociones y tu estado físico. ¿Qué es lo que te apetece? ¿Hay algo que aborreces?
Intenta mantener una actitud positiva y enérgica pero, sobre todo, mantén la mente abierta. No olvides que en la cama no hay límites, hasta que uno de los dos no esté de acuerdo.
Desde luego que cuidar tu salud es un requisito indispensable. No se trata solo de llevar una dieta balanceada sino también de realizar actividad física.
¡Cuida tu apariencia! Es una manera de mostrarle a tu pareja cuánto te quieres y también despertar sus fantasías.
Fuente: Mejor con Salud